Contenido Médico: Dr. Raymundo González
Cédula Profesional: 10245305
Jefe de urología clínica Tlalnepantla
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Contenido Médico: Dr. Raymundo González
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Jefe de urología clínica Tlalnepantla
Tiempo de lectura: 4 minutos
¿Te detectaron cáncer de próstata o tienes antecedentes familiares con esta enfermedad? Tranquilo, la mayoría de los casos con cáncer de próstata son tratables cuando se detectan y atienden a tiempo.
La elección del tratamiento dependerá de la etapa del cáncer, la agresividad del tumor, tu salud general y tus preferencias. El urólogo especialista deberá guiar a los pacientes en la correcta elección de su plan de tratamiento.
En algunos casos con cáncer de próstata de bajo riesgo, puede que no se requiera tratamiento. En estos casos, el urólogo especialista puede recomendar la vigilancia activa, que implica monitorear de cerca la evolución de la enfermedad en lugar de intervenir de inmediato.
Durante este período, se realizan exámenes regulares, como análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA) y biopsias de próstata, para evaluar la velocidad de crecimiento del tumor en la próstata.
Es importante destacar que, si durante el seguimiento se observa un cambio en la naturaleza del cáncer, se puede modificar el plan de tratamiento hacia opciones más activas.
La radioterapia es un tratamiento común para el cáncer de próstata que utiliza radiación para destruir o dañar las células cancerosas en la próstata. Este enfoque busca eliminar las células cancerosas mientras intenta preservar el tejido circundante lo mejor posible.
Durante el tratamiento de radioterapia, los pacientes generalmente reciben sesiones diarias durante varias semanas. La duración y la intensidad del tratamiento dependen del tipo específico de radioterapia que se esté utilizando y la evaluación individual del paciente.
Existen dos tipos principales de radioterapia para el cáncer de próstata: la radioterapia externa, donde la radiación se administra desde fuera del cuerpo, y la braquiterapia, que implica la colocación directa de fuentes radiactivas dentro o cerca de la próstata.
La radioterapia puede tener efectos secundarios, como fatiga, irritación de la piel y cambios en los hábitos urinarios. Sin embargo, estos efectos suelen ser temporales.
La quimioterapia es un tratamiento que utiliza medicamentos para combatir y destruir las células cancerosas en el cuerpo. Se suele recomendar en etapas más avanzadas del cáncer de próstata o cuando el cáncer se ha diseminado fuera de la próstata.
Se administra a través de infusiones intravenosas, y la duración y la frecuencia de los tratamientos dependen del plan diseñado por el especialista.
Aunque la quimioterapia puede ser efectiva en el control de la propagación del cáncer, también puede tener efectos secundarios, como fatiga, pérdida de cabello, náuseas y disminución de la cantidad de células sanguíneas. Sin embargo, estos efectos suelen ser temporales.
La inmunoterapia es una forma innovadora de tratamiento contra el cáncer que trabaja aprovechando el sistema inmunológico del cuerpo para combatir las células cancerosas.
La inmunoterapia ha mostrado ser efectiva en algunos pacientes con cáncer de próstata avanzado. Pero no todos los pacientes responden de la misma manera, la eficacia puede variar por diversos factores individuales.
Aunque la inmunoterapia a menudo se considera menos tóxica que algunos tratamientos tradicionales como la quimioterapia, también puede tener efectos secundarios que deben ser monitoreados y gestionados cuidadosamente
La terapia hormonal es un enfoque comúnmente utilizado en el tratamiento del cáncer de próstata. Este tipo de tratamiento busca reducir los niveles de testosterona para hacer que las células cancerosas mueran o crezcan lentamente.
Se utilizan medicamentos que reducen la producción de testosterona en los testículos o que bloquean la acción de esta hormona en las células cancerosas.
En algunos casos, se podrían extirpar los testículos para reducir los niveles de testosterona en el cuerpo de manera rápida y significativa.
La terapia hormonal puede tener efectos secundarios, como cambios en el deseo sexual y pérdida de densidad ósea. Sin embargo, un especialista puede ayudarte a manejar estos efectos.
La RTUP, o Resección Transuretral de la Próstata, es un procedimiento quirúrgico que comúnmente se utiliza para tratar problemas relacionados con la próstata, aunque se emplea principalmente en casos de hiperplasia prostática benigna (HPB), una condición en la que la próstata se agranda y puede causar problemas urinarios. No se usa para tratar de curar el cáncer de próstata.
Sin embargo, también puede utilizarse en hombres con cáncer de próstata avanzado para ayudar a aliviar síntomas, como los problemas para orinar.
En la RTUP, el cirujano utiliza un instrumento llamado resectoscopio, que se introduce a través de la punta del pene (uretra) hasta llegar a la próstata. Este instrumento utiliza el láser para cortar o vaporizar y extirpar pequeños fragmentos del tejido prostático que obstruye la salida de orina.
La prostatectomía radical es una intervención quirúrgica que implica la extirpación completa de la glándula prostática y, en algunos casos, de tejido circundante.
Este procedimiento puede ser realizado de diversas maneras, como la prostatectomía retropúbica, perineal, o mediante técnicas más avanzadas como la laparoscopía o la cirugía robótica.
Durante la prostatectomía radical, se realiza una incisión para acceder a la próstata y se extirpa cuidadosamente. La técnica específica dependerá de la recomendación del especialista y de las necesidades individuales del paciente.
Aunque es una cirugía que implica ciertos riesgos, la prostatectomía radical ha demostrado ser una opción efectiva.
La función eréctil puede verse afectada después de una prostatectomía, ya que la cirugía puede dañar los nervios que controlan la erección. Sin embargo, se han desarrollado técnicas minimizar este impacto, y en muchos casos, la función eréctil puede mejorar con el tiempo o con la ayuda de tratamientos como medicamentos u ondas acústicas
La pérdida de control sobre la vejiga es otra posible secuela. La prostatectomía puede dañar los músculos y los nervios que controlan la función de la vejiga, lo que puede resultar en incontinencia temporal o, en algunos casos, persistente. La rehabilitación del suelo pélvico y los ejercicios específicos pueden ayudar en la recuperación
La operación de próstata puede afectar la eyaculación. Algunos hombres pueden experimentar eyaculación retrógrada, donde el semen va hacia la vejiga en lugar de salir por el pene durante la eyaculación. Aunque esto no afecta la función sexual, puede influir en la fertilidad
Te invitamos a agendar tu cita de valoración con uno de nuestros urólogos especialistas para que puedas encontrar el tratamiento para el cáncer de próstata más adecuado para ti.
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Escrito por:
David Vázquez
Editado por:
Andrea Martínez
Contenido Médico:
Pendiente
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Última actualización: 13 de Noviembre 2023
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Responsable Sanitario: Dr. José Rafael Fernández Treviño
Médico Cirujano y Partero Ced. Prof. 5740659 con Especialidad en Cirugía General. Ced. Prof. 9531355
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